viernes, 17 de agosto de 2012

La vida de Manuel Arijon



La biografía pertenece a un fragmento de la entrevista al historiador Alfredo Monzón realizada el martes 14 de agosto en la biblioteca de la Casa de la Cultura, Arijon 84 bis.

Manuel Arijon nació el 12 de abril de 1841 en Cayón, La Coruña, España. En 1856 vino a América con su papa, José Arijon a Montevideo a buscar a un amigo que hacia unos años había venido. El joven no lo pudo encontrar por lo que el papa se volvió a España y la familia Lamas queda a cuidado de Manuel. En el 58 la familia se traslada a Rosario. Luego empieza trabajar dependiente en almacenes, uno quedaba lo que es hoy España y Córdoba, cabe aclarar que los almacenes de aquella época eran depósitos de frutos del interior y cueros.




Arijon era un chico de muy escasos recursos, hasta cuentan que dormía sobre el mostrador del negocio porque no tenia donde quedarse. Pasó el tiempo y acumuló un pequeño capital con tan buena suerte que empieza a contratar gente para descarga y carga del Central Argentino. Allí agrandó su capital, compró campos y comenzó a sembrarlos. En el 1881 ya en buena posición económica, compra terrenos en Saladillo que pertenecían a Juan Frías. En ese momento se estaba llevando adelante la Guerra de la Triple Alianza en la cual era Argentina, Uruguay y Brasil contra Paraguay. Arijon hace un convenio con Brasil para proveer de todo el forraje a la caballería del ejército ya que en esos años todo se movía con tracción a sangre. Él se iba capitalizando y extendiendo sus campos. Los mismos se extendían desde la desembocadura del arroyo Saladillo y terminaban en lo que es hoy calle Ovidio Lagos.

Don Manuel vuelve a Europa a visitar a sus padres y a hacerse revisar por  unos médicos a causa de unas dolencias en las articulaciones. Estando en Paris, un especialista le recomienda baños de inmersión en aguas termales. Cuando tiene cierta mejoría regresa a su casa en Rosario hasta que en un día sumergiéndose en las aguas del Arroyo Saladillo comprueba que las mismas le hacían bien a su problema. El quería construirse su propio baño de inmersión para el, pero aconsejado por las familias ricas que vivían en el centro, construyó un balneario para el publico en general. Arijon vio un negocio y levantó los baños el 1° de noviembre de 1885. No era un balneario sino que eran cabinas en donde cada persona se sumergía. El mismo fue un suceso impresionante, se cobraba entradas y solamente la gente rica podía ir.  

Arijon muere en 1900 y era una de las personas más acaudaladas de Rosario. Tuvo 11 hijos pero ninguno supo aprovechar el legado. Ellos en 1906 venden todos los campos a la Sociedad Anónima Saladillo. 

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